La Reina de las Nieves (versión clásica en prosa)



Había una vez, un terrible ogro que fabricó un espejo con el cual se veían hermosas y buenas las cosas que eran horribles y perversas, y lo hizo con la intención de verse distinto a como en realidad era.

Pero un día el espejo se le resbaló de sus manos y los pedazos del cristal roto se esparcieron sobre el suelo, llenando de hielo los corazones y haciéndolos duros como si fueran piedras.

Mientras todo esto sucedía, dos niños llamados Gerda y Kai jugaban entre las flores del jardín de la abuela de Kai. Estaba lleno de rosas de todos los colores que la abuela del niño cultivaba en su jardín con mucha pasión. Y mientras estaban jugando, la abuelita se acercó a ellos para contarles una interesante historia: la historia de la reina de las nieves.



La reina de las nieves era una mujer a la que habían hecho sufrir mucho, y por eso su corazón se había enfriado tanto que ya no era capaz de controlar el hielo y la nieve que caía. Eso sí, pudo vengars de todo el daño que le habían hecho, pero ya nunca más pudo acercarse a nadie, porque si lo hacía, todos se congelaban al instante.

A los niños, después de escuchar a la abuela, la historia les pareció aterradora, y tras escucharla siguieron jugando, pero con tanta mala suerte que uno de los pedazos del espejo del ogro, cayó justo sobre Kai, y se clavó en su corazón. Así, y en un solo instante, toda la bondad y el amor que el pequeño tenía dentro suyo, se enfrío y empezó a tratar muy mal a su amiga Gerda y a su abuela, dirigiéndoles palabras horribles, como si no las conociera.



Kai ya no recordaba nada de antes del accidente, tan solo la historia de la reina de las nieves, y pensando en ella se escapó al frío bosque, donde la encontró en medio de una nevada.

La reina de las nieves, cruel y despiadada, se sorprendió al encontrarse con alguien con un corazón más frío que el suyo, por lo que decidió llevarse al niño con ella y caminar juntos por los lugares más helados del mundo, incapaces de sentir amor o afecto por nadie y encargándose de arruinar cosechas o hacer que las personas sintieran mucho frío por las noches.

Pasado un tiempo, y tras todas estas pruebas, la reina de las nieves decidió convertir a Kai en su digno sucesor. Mientras tanto, Gerda había seguido con su vida y también había olvidado a su amigo y todo lo sucedido. Pero un día, en la víspera de Navidad, se encontró a la abuela de Kai en la calle. Después de hablar con ella un buen rato pudo recordar a su amigo, y en ese momento decidió ir a buscarlo.



Gerda se internó en el frío bosque y preguntó a todos si habían visto a su amigo Kai.

Le preguntó al río, pero no lo había visto. Después le preguntó a los renos, pero ellos tampoco lo habían visto y por último, le preguntó a unas palomas, y ellas sí lo habían visto y fue por eso que guiaron a Gerda hacia la región más fría de la comarca. Entonces, en medio de una gran tormenta de nieve, Gerda lo encontró a Kai, que no tenía ninguna expresión en su rostro. Emocionada, corrió hacia él y lo abrazó. 

-Vine  a buscarte, Kai!!! Porque, aunque te fuiste sin despedirte, sigues formando parte de mis recuerdos más hermosos y quiero llevarte a casa para que podamos volver a vivir una Navidad como cuando éramos niños y corríamos entre las flores del jardín de tu querida abuela, le dijo.



Pero Kai no reaccionó. No era capaz de sentir nada, porque su corazón estaba congelado. Al ver eso, la joven empezó a llorar sobre el pecho de su amigo. Sus lágrimas eran saladas y calientes, y fueron directas hasta el corazón de Kai, derritiendo el duro hielo que lo cubría.

Eso hizo que Kai volviera en sí. Abrazó a su amiga agradeciéndole haberle salvado del hechizo y le contó todo lo que le había pasado.

Según cuentan, quienes han vivido mucho tiempo, que después de aquel episodio nunca volvió a hacer tanto frío en aquel lugar, y que las cosechas prosperaron y las personas pudieron dormir tranquilas por las noches, porque nuevamente todos los corazones del mundo estaban llenos de un feliz y agradable calor.

Y COLORÍN COLORADO
este cuento ha terminado

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